Imaginaste una piel
para amar y ama,
una piel para abrazar y abraza,
una piel para sentir y siente.
Imaginaste una boca
para reír y ríe,
una boca para besar y besa,
una boca para hablar y habla.
Imaginaste unos pechos
para lactar y lactan,
unos pechos para hechizar y hechizan,
unos pechos arropar y arropan.
Imaginaste unos ojos
para mirar y miran,
unos ojos para aprender y aprenden,
unos ojos para mimar y miman.
A veces, escuchas
cantos de sirena,
y te esclavizan con su ritmo
y te alejan de la verdad.
Otras, simplemente lo intuyes
ante el espejo,
la grandeza del destino
es el tempo abandonado,
es el camino
es tu esencia.
© Lola Lirola,
Toledo 9 de junio de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario